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M-Clan - Memorias de un espantapájaros (2008)

sábado, 1 de marzo de 2008


1. Pasos de equilibrista

2. Amor universal
3. Roto por dentro
4. Las calles están ardiendo
5. Inmigrante
6. El viaje
7. Balada del desarraigo
8. Espantapájaros
9. Las palabras que me dijiste
10. Corazón de bronce
11. Canción de invierno


71 Megas - 224 Kbps - Mp3 - Carátula Frontal Mini




M Clan madura con 'Memorias de un espantapájaros' (DRO), su último disco, un álbum "más sincero", en el que la banda liderada por Carlos Tarque ofrece once nuevos temas "con tintes poéticos, más serio y profundo". Pese a la "melancólica" que engloba a este trabajo, M Clan vuelve a ofrecer canciones de "rock clásico, un poco más adulto", poesía en estado puro que presentarán en directo durante el mes de marzo en Madrid, Barcelona, Bilbao y Valencia, antes de una gran gira.

El séptimo álbum de estudio de M Clan (octavo en su discografía) llega después de un recopilatorio publicado en 2006 ('Retrovisión'), en el que además de incluir sus grandes éxitos, compusieron para la ocasión dos temas "más comerciales". "Veníamos quemados del anterior disco y hemos querido hacer uno más sincero y sacar lo verdadero que llevamos dentro", explicó Tarque a Europa Press, durante una entrevista.

Bajo la producción de Carlos Raya, ex guitarrista de M Clan, 'Memorias de un espantapájaros' nace de los textos de poesía escritos por Tarque, que después desembocaron en cada una de las composiciones.

Incluye canciones como 'Inmigrante', "que habla de cómo la nostalgia te hace regresar a un sitio y ya sientes que no te pertenece"; 'Corazón de bronce', sobre un "corazón insensible"; o 'Canción de invierno', "que dice no a una chica". También están 'Las calles están ardiendo', 'Las palabras que me dijiste', 'Balada del desarraigo' o el primer single, 'Roto por dentro'.

Letras "más duras que nunca" que Tarque consideró también "más serias y profundas". "Hemos pasado del rock directo a una mayor profundización", apuntó el músico, que ha compuesto los once temas junto al guitarrista Ricardo Ruipérez. En resumidas cuentas, "un disco más coherente con nuestra edad". "Ya no necesitamos vender millones de discos", apuntó el músico, consciente de que quizá este CD sea un cambio de registro.

"No queremos ir de eruditos ni de artistas de culto, pero tampoco ser el 'ring tone' del momento", prosiguió Tarque, reconociendo que este álbum tiene "una estética melancólica". "Como buen gallego, me ha salido mi vena Rosalía de Castro", bromeó insistiendo en que "necesitaba" expresarse de esta forma.

"COMO UN MOTOR DIESEL"

Echando la vista atrás, Tarque reconoció que con los 15 años que llevan en el mundo de la música -con álbumes sobre sus espaldas como 'Coliseum', 'Usar y tirar' o 'Sopa fría', y temas tan reconocibles como 'Carolina' o 'Quédate a dormir'-, M Clan es "como un motor diesel, que dura".

"Todavía nos quedan muchas vueltas de tuerca y estamos contentos porque con este disco vamos a sorprender", prosiguió un músico que encuentra el éxito en "disfrutar" haciendo lo que le gusta.

'Memorias de un espantapájaros', canción a canción.

1. Pasos de equilibrista. Esto no sería un disco de M-Clan si no empezase así, con un rock enérgico y rompedor adornado con un estribillo tozudamente pegadizo que no cansa ni destiñe. Carlos Tarque demuestra desde este primer tema del disco que está dispuesto a seguir llevando con orgullo ese título no oficial –ni explícito- que lo encumbra, en España, como el mejor cantante del rock del momento. Pasos de equilibrista es un "hit M-Clan", un canción que sonará, y mucho. Imagino que no tardará en convertirse en unos de los singles de este nuevo álbum.

2. Amor universal. Otro derroche de energía que conectará al oyente, al instante, con el sonido de los éxitos más poderosos de los discos anteriores de M-Clan. Amor universal podría haber estado, por ejemplo, en 'Defectos personales'. Otra canción que pide a gritos convertirse pronto en single de 'Memorias de un espantapájaros'.

3. Roto por dentro. Es el single de adelanto de este álbum y no por casualidad. Roto por dentro es una señal a los miles de admiradores del grupo, una luz roja que indica en la oscuridad el nuevo posicionamiento musical que ha querido buscar M-Clan con este disco. Roto por dentro es como una balsa, como deslizarse sobre aguas tranquilas. Una canción en la que, en lo musical, todo está medido, todos los cabos están atados. Las voces, una auténtica delicia. La voz de Carlos Tarque tiene eso: puede viajar del rock eléctrico a la balada acústica y bordar ambas interpretaciones. Cuando viaja a la balada, se estira y se desgarra. Y si además Josu García –La Tercera República, Martín & García- presta sus coros, la fórmula es inmejorable. Las voces de Carlos Tarque y Josu García se complementan con insultante perfección. El brillo y la rabia que transmite el vocalista de M-Clan se entrelazan con la melancolía que sugieren los coros de Josu García. Un lujo de canción en la que, además, la letra es una derrota contada con un gusto excelente. Como iremos viendo, en este disco las letras de M-Clan brillan casi tanto como el resultado musical de cada corte. Y Roto por dentro es un gran ejemplo de ese protagonismo.

4. Las calles están ardiendo. Es la canción del suspense. No sólo por la letra, de una profundidad muy superior a lo que nos tenía generalmente acostumbrados M-Clan, sino por la cuidadísima sensación de inestabilidad que transmiten los arreglos y la instrumentación de este corte. Un efecto que embellece y realza cada parte de la canción. No es difícil imaginarse este tema en algún escenario bélico, entre el terror, la incertidumbre y la melancolía: "Afuera están ardiendo / las calles de este tiempo / afuera está muriendo la razón". La canción del suspense termina con un suspense que se abraza al comienzo de la siguiente canción, Inmigrante.

5. Inmigrante. Dicen que es uno de los grandes referentes del disco, por su sentido, por su significado, por su capacidad de representar a los nuevos M-Clan, que son los de siempre, pero más. Un ritmo pausado y un tanto abatido para una canción diferente, con una interpretación abierta y sincera de Carlos Tarque, en la que la letra crece a cada estrofa. Una canción de fondo triste, de añoranza, que nos recuerda que el registro habitual de M-Clan se amplía considerablemente en este disco. Cuenta con un sorprende y largo final instrumental.

6. El viaje. Música y letra dicen exactamente lo mismo en este “viaje eléctrico”, que se convierte en un maravilloso festival acústico cada dos estrofas. El viaje es el nervio y la calma, el ruido y silencio, todo ello en la misma canción. Un viaje: como quien viaja en tren y pasa de vez en cuando por un túnel, así se intercalan las estrofas acústicas y eléctricas, con toda la naturalidad del mundo, en esta sorprendente canción.

7. Balada del desarraigado. Siempre es muy difícil elegir la mejor canción de un disco, pero esta balada debe situarse directamente como uno de los mejores cortes de la discografía de M-Clan. Una balada acústica y despojada de artificios, con una letra de gran carga sentimental y un estribillo alentador. No es casualidad que la más impactante de todas las fotografías del libreto sea el fondo sobre el que se escribe esta letra. Una imagen nocturna de un espantapájaros solitario en un campo inmenso, bañado sólo por la luz tibia y blanca del cielo de noche dominado por la Luna. El estribillo: “Y no me siento solo / me limpia el frío lodo / y el viento trae tu voz”. Por todo esto y mucho más, Balada del desarraigado, es quizá la mejor canción del disco.

8. Espantapájaros. Un tema que nos lleva otra vez al ritmo pausado de Roto por dentro, pero que desemboca en un estribillo donde la fuerza recae en las voces de Carlos Tarque y –de nuevo- en la de Josu García. Ahora cantando rock. Tal vez sea lento, pero es rock. Este corte nos traslada al entorno natural en el que podríamos imaginarnos todas las historias de 'Memorias de un espantapájaros'. Una sana y reconfortante reivindicación de las grandezas de la naturaleza: "Lejos queda el tráfico / esto es oro para respirar".

9. Las palabras que me dijiste. No recuerdo haber visto antes a M-Clan haciendo una canción así, con un ritmo cercano al más típico country rock español. Un ritmo suave para una canción sencilla, en donde Carlos Tarque demuestra que su registro de voz es tan fantástico como amplio. Un tema que cierra con una inesperada y original "lluvia" de trompetas. M-Clan vuelve a sorprendernos en la recta final de su álbum más inesperado y genial.

10. Corazón de bronce. Esto sí que lo habíamos visto antes en M-Clan. Porque la música de esta canción puede recordar mucho a etapas anteriores. Después del sosiego de los tres temas anteriores –dos baladas y la instrumentación suave del corte número 9- llega una canción sólida y contundente.

11. Canción de invierno. El disco se cierra con esta canción de invierno, que reposa sólo sobre la letra -hay que recordarlo- y la voz de Carlos Tarque y sobre el piano de Luis Pardo. Una balada de despedida que deja su huella en todo el disco. Una letra triste, cuidada –tal vez la mejor del álbum-, melancólica hasta el extremo… que demuestra por qué el grupo advirtió que en esta ocasión primero escribieron las canciones y después se encargaron de la música: "Yo te canté una simple canción de invierno / para soñar esperando que volviera el sol / yo no hice más que una suave canción de invierno / Nunca dije de cantarla los dos / Nunca dije para siempre".


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