jueves, 9 de agosto de 2007
01-. Calidad de vida
02-. Caray
03-. La vida es una fiesta
04-. La rubia de Hitch
05-. Mis problemas con las mujeres
06-. El dia de San Martin
07-. Billy la Rocca
08-. Torpedo
09-. En Dino's a las diez
52,9 Megas - 192 Kbps - Mp3 - Carátula Frontal
Ya esta a la venta la reedición del disco “Nueve Tragos”.Jaime Stinus lo ha remasterizado, grabando de nuevo la voz y el libreto del disco también será una novedad.
Leía el otro día una entrevista a Loquillo en la revista Efe eme en la que confesaba que a finales de la década de los noventa no cogió una Mágnum 357 porque Dios no quiso, ya que, como asegura, estuvo tentado. Ciertamente, fue una época gris para el Loco, justo cuando estaba sacando sus mejores discos: La vida por delante, Con elegancia y Nueve tragos. ¿Por qué? Porque sus discos no existían para los medios y eso, para un creador comprometido, es como un navajazo en el abdomen. Eran los años en los que las cadenas de radio pinchaban a Raúl, David Civera, Proyecto Uno y King África, con su mayonesa y sus habituales meneítos. Sólo gracias a su página oficial [www.loquillo.com], sus incondicionales podíamos estar al tanto de sus trabajos y pedir en las tiendas de discos lo que nadie conocía. Ya digo: sus mejores obras.
Por suerte, esa etapa ya pasó (aunque no sabemos por cuánto tiempo -siempre estaremos al tanto de sus declaraciones incendiarias y de quién esté en el poder-) y ahora el Loco se ha propuesto recuperar esos discos y enseñárselos a todos aquellos que por entonces pensaban que estaba muerto (yo mismo recuerdo haber dicho multitud de veces que no sólo estaba vivo sino que además era más prolífico que nunca). En esa operación rescate, acaba de reeditar Nueve tragos, un disco que en 1999 estuvo nominado al mejor trabajo de jazz en los Premios de la Música. Lo presenta con nueva voz pues, según cuenta, al comprar el máster descubrió que la pista donde debía estar su voz había desaparecido. ¡Magia! Ahora, aquella primera edición es objeto de culto.
Con el tiempo, Nueve tragos quedó como un canto irónico a la buena vida, a la alta coctelería, a los hoteles de superlujo y al buen amor.
Leía el otro día una entrevista a Loquillo en la revista Efe eme en la que confesaba que a finales de la década de los noventa no cogió una Mágnum 357 porque Dios no quiso, ya que, como asegura, estuvo tentado. Ciertamente, fue una época gris para el Loco, justo cuando estaba sacando sus mejores discos: La vida por delante, Con elegancia y Nueve tragos. ¿Por qué? Porque sus discos no existían para los medios y eso, para un creador comprometido, es como un navajazo en el abdomen. Eran los años en los que las cadenas de radio pinchaban a Raúl, David Civera, Proyecto Uno y King África, con su mayonesa y sus habituales meneítos. Sólo gracias a su página oficial [www.loquillo.com], sus incondicionales podíamos estar al tanto de sus trabajos y pedir en las tiendas de discos lo que nadie conocía. Ya digo: sus mejores obras.
Por suerte, esa etapa ya pasó (aunque no sabemos por cuánto tiempo -siempre estaremos al tanto de sus declaraciones incendiarias y de quién esté en el poder-) y ahora el Loco se ha propuesto recuperar esos discos y enseñárselos a todos aquellos que por entonces pensaban que estaba muerto (yo mismo recuerdo haber dicho multitud de veces que no sólo estaba vivo sino que además era más prolífico que nunca). En esa operación rescate, acaba de reeditar Nueve tragos, un disco que en 1999 estuvo nominado al mejor trabajo de jazz en los Premios de la Música. Lo presenta con nueva voz pues, según cuenta, al comprar el máster descubrió que la pista donde debía estar su voz había desaparecido. ¡Magia! Ahora, aquella primera edición es objeto de culto.
Con el tiempo, Nueve tragos quedó como un canto irónico a la buena vida, a la alta coctelería, a los hoteles de superlujo y al buen amor.
0 comentarios:
Publicar un comentario