jueves, 12 de febrero de 2009
01- La caída de la iguana
02- La reina del charco
03- Mariajo
04- Un balcón donde ir
05- Femme Fatale
06- Pobre Ramón
07- Te lo puedo dar
08- Juan Sin Miedo
09- La herida del insecto
10- Sweetin' Green
Disco Cortesia: Blam
58,5 Megas - 192 Kbps - Mp3 – Carátulas
360º de separación
Y es que Los Navajos siempre parecieron ser unos incomprendidos, por una parte se encontraban en Virus (una jugada sacada de la manga de RCA para apostar por algunas propuestas no tan obvias como las marcadas por las radio-fórmulas), sello que pronto dejó de apostar por el grupo al comprobar su escaso tirón comercial, y es que bajo esa aparente fe en la pareja las intenciones del sello parecían ser las de siempre, búsqueda del beneficio inmediato. Pero si la militancia en una multinacional no fuera bastante, Los Navajos tenían que enfrentarse a una audiencia poco dada en esos años a apreciar el trazo delgado y sensibilidad superlativa que Antonio y Carmela mostraban, y es que eran los años en los que el Noise Pop llamaba a la puerta del aficionado medio, y no había lugar a reparar en esta pareja de apariencia introvertida. Así, rodeados de semejante paisaje, no es de extrañar que Antonio y Carmela guardaran sus canciones un buen día para no volver, hasta ahora, a sacarlas de paseo.
No es fácil encontrar información acerca de Los Navajos, solo los pocos apuntes que la memoria guarda de aquellos años y su escasa producción discográfica, dos singles y Volumen 1, un Lp del que se guarda una desigual recuerdo. Así algunos lo califican de irregular trabajo, mientras que otros (entre los que me incluyo) prefieren destacar la extrema originalidad de las diez canciones que lo componen. Aún así los primeros no dudan en destacar el indiscutible atractivo melódico de Mariajo y Pobre Ramón que en la voz de Antonio se alzan sobre el resto del disco al contar con sus curiosas historias, que sin embargo resultan las más accesibles de entre sus composiciones. Sin embargo, y pese a que lo fácil es quedarse con estas dos canciones, lo realmente atractivo de Volumen 1 es el fascinante mundo que Antonio y Carmela dibujaban en sus canciones, cuesta pensar en cualquier otro grupo que pudiese crear letras tan atípicas como el sin sentido de La Caída de la Iguana o la lírica y visceral La Reina del Charco, canciones perfectas para la dulce y seductora voz de Carmela que más tarde se derrite en esa castellanización del Femme Fatale que incluirán en el disco. Así el disco discurre entre letras a las que muchas veces cuesta encontrarles un único significado y, sobre todo, a la que se les debe un buen número de escuchas que poca gente les otorgó en su día. Pero no todo serán buenas palabras, nadie podrá obviar una producción bastante torpe del disco que se convierte en el mayor obstáculo para las canciones, así como esas programaciones a cargo de Servando Carballar que en alguna ocasión llegan a chirriar por su simpleza.
Después de la publicación de Volumen 1 Los Navajos preparan un par de maquetas de las que debiera de haber salido el que iba a ser su segundo Lp, pero la pareja decidirá tirar la toalla fruto de los desengaños y la mala experiencia discográfica acumulada. Más tarde se llegó a rumorear el posible fichaje del grupo por Siesta, a la que les unían ciertos lazos de amistad, pero nunca más se sabrá de Los Navajos como tal, limitándose sus signos de vida a puntuales colaboraciones en las producciones del sello madrileño.
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